Nuestros humanos.
Nuestros abuelos humanos, Chapi y Yola, también mueren de la emoción de recibirlos.
Otros muy emocionados son nuestros otros abuelos, Javier y Gisèle (más gatos que humanos).
Nuestra familia.
Nuestra familia.
Un mapache sorprendido.
Vuelve a la primera sección picándole aquí.